Y otra prueba con lejía, como en la anterior, empecé salpicando unas gotas de lejía, esta vez sobre una camiseta de algodón negra, el resultado son zonas de colores más claros en tonos marrones.
Una vez seca, sigo dispersando gotas dentro de la zona anteriormente aclarada intentando conseguir un degradado parecido de fuera a dentro.
Tras varias veces decido que me gusta cómo está, hay que dejar que la lejía haga su efecto durante un rato y dejar secar, se puede cortar la reacción de aclarado metiendo la prenda en agua.
Yo diluí la lejía al 50% para tener un mejor control de los tonos que le iba quitando al color.
Una vez seco, pego mi plantilla con el diseño calcado, y protejo una buena zona alrededor del dibujo para que no se manchen zonas que no quiero de la camiseta, y pulverizo la pintura.
Se supone que esta pintura, acrílica especial para aerógrafo, una vez seca se plancha para que se derrita un poco y se adhiera a la fibra textil, pero yo la aclaro un poco con agua para que salga bien del aerógrafo, y al agua le añado cola blanca, para conseguir una mejor adherencia y que la pintura se vaya menos con los lavados.
La pintura se aplica en capas finas y sucesivas y dejando secar entre ellas para que no empape la fibra y manche fuera de las líneas.
Una vez seco, se retira la plantilla, para que el color agarre bien conviene planchar la prenda insistiendo con la plancha bien caliente sobre el dibujo, que protejo con una tela fina, para darle mayor durabilidad.
Y terminado, por lo visto a la gente le ha gustado que deje de lado las florecillas y piense en diseños más interesantes, agradezco los comentarios, siempre ayudan a ver las cosas con otra perspectiva y a mejorar.
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